domingo, 18 de marzo de 2012

Hermandad Pascua de Resurrección participó de Charla Coloquio: “La vida no acaba con la muerte”


La muerte no es como muchos se la imaginan. Todos nosotros, en la hora de la muerte, tendremos que ver y vivir mucho para lo que no estamos preparados. Para muchos, la muerte es algo parecido a un sueño sin sueños. Uno cierra los ojos, se duerme y no hay nada más — la oscuridad. Sólo que el sueño se termina a la mañana, en cambio la muerte es para siempre. A muchos les espanta lo desconocido: "¿qué pasará conmigo?" Así tratamos de no pensar en la muerte. Pero en el fondo sentimos una vaga ansiedad y una confusa inquietud ante lo inevitable. Cada uno de nosotros tendrá que pasar esta frontera. Sería útil pensar y prepararse.

Hermano Vice Presidente José Yerrén disertando sobre el tema:
"La vida no acaba con la muerte"
Pueden preguntar: "¿En qué pensar y a qué prepararse? No depende de nosotros. Llegará el tiempo — moriremos y eso es todo. Mientras, todavía tenemos tiempo; hay que tomar de la vida todo lo que esta pueda ofrecer: comer, beber, amar, luchar por el poder, el honor y la gloria, ganar dinero, etc. Es preciso no pensar en lo que es difícil y desagradable y en particular no permitirse pensamientos sobre la muerte." Así hace la mayoría.

Sin embargo, a cada uno de nosotros de tanto en tanto nos surgen otros pensamientos inquietantes: "¿y si no es así? ¿y si la muerte no es el fin y después de la muerte del cuerpo me encontrare inesperadamente en unas condiciones completamente nuevas, conservando la capacidad de ver, oír y sentir?" Y lo más importante: "¿y si nuestro futuro detrás de este umbral, en alguna medida, depende de cómo hemos vivido nuestra vida, de cómo éramos antes de cruzar la frontera de la muerte?"

Hermanos participando de la charla coloquio
A pesar de que la experiencia cotidiana nos dice que la muerte es el destino obligado de todo ser humano, y ley de la naturaleza, sin embargo las Sagradas Escrituras nos enseñan que al principio la muerte no se encontraba en los planes de Dios con respecto al hombre. La muerte no es una norma establecida por Dios, sino más bien su desviación y una gran tragedia. El libro del Génesis dice que la muerte irrumpió en nuestra naturaleza, como consecuencia de la transgresión de nuestros primeros padres al mandamiento de Dios. 

Según la Biblia, el objetivo de la venida del Hijo de Dios al mundo, fue la devolución al hombre, de la vida eterna que había perdido. Aquí no se trata de la inmortalidad del alma, ya que ella, por su propia naturaleza, no se destruye, sino de la inmortalidad del hombre en su totalidad de cuerpo y alma. La recuperación de la unidad del alma con el cuerpo, debe realizarse para todos los hombres simultáneamente, cuando se produzca la resurrección universal de todos los muertos

Formación y fortalecimiento cristiano de los miembros de la
Hermandad Pascua de Resurrección
En algunas religiones y sistemas filosóficos se prioriza la idea de que lo más importante en el hombre — es su alma. El cuerpo es sólo su envoltura temporal, en la cual se desarrolla el alma. Cuando el alma llega a un nivel espiritual requerido, el cuerpo no es más necesario y debe ser abandonado, como una vestimenta raída. Liberándose del cuerpo, el alma sube a un peldaño superior de su existencia. La fe cristiana no comparte ésta interpretación de la naturaleza humana. Dando prioridad al principio espiritual en el hombre, ve en él, sin embargo, un ser de dos componentes formado por dos partes: espiritual y material, que se complementan mutuamente. Existen seres simples que no poseen el cuerpo, como los ángeles y los demonios, pero el hombre presenta otro estructura y destino. Debido a la presencia del cuerpo, su naturaleza no solo es más compleja sino también es más rica. La unión designada por Dios del alma y el cuerpo — es una unión eterna.

Cuando, después de la muerte, el alma deja su cuerpo, ella entra en una situación extraña para ella. Realmente, no está hecha para existir como fantasma, y le cuesta adaptarse a las condiciones nuevas y no naturales para ella. Por eso, para destruir todas las consecuencias letales del pecado, Dios quiso que los hombres creados por Él, llegaran a la resurrección. 

Esto pasará durante la segunda venida de Nuestro Salvador, cuando, por Su Omnipotente Palabra, el alma de cada hombre retornará a su reconstruido y renovado cuerpo. Repetimos, ella entrará no en una nueva envoltura, sino que se unirá precisamente con el cuerpo, que le pertenecía antes, pero renovado e incorruptible, adaptado a las nuevas condiciones de existencia.

El valor principal sobre las cuestiones de la vida después de la muerte, consiste en que investigaciones religiosas y científicas, confirman la verdad de la existencia del alma y de la vida después de la muerte. Además, esto puede ayudar al creyente a entender mejor y prepararse para lo que verá inmediatamente después de su muerte.

Luego de la charla los esposos Yerrén ofrecieron exquisita
cena de confraternidad
Porque   Cristo   resucitó   de   entre   los  muertos,  nosotros   tenemos  una  Esperanza  Bendita.

Nosotros   esperamos   una    vida  eterna,  una   gloria  sin  fin,  una  vida  abundante,  una   vida maravillosa,  una  vida  celestial, una  vida  significativa.  Para  los  cristianos no todo termina con la muerte. No acaba todo con el último hálito de vida

Este fue el tema en el  que se centró  la charla coloquio de miembros de la Hermandad Pascua de Resurrección de la ciudad de Lambayeque,  la noche del sábado 17 de marzo, que tuvo lugar en el domicilio del Dr. José Yerrén Callacná vicepresidente de nuestra Hermandad y su esposa la señora Esther de Yerrén .

A la cita concurrieron nuestra Hermana Presidenta, profesora Olga Chonate Vergara, además de los Hermanos Olga Callacná, Fátima Vidaurre, Teresa Llegado, Martín Chonate, Milagros Bravo, Carmen Callacná Carmen Chonate y Abelardo Llegado.

Este es el inicio de futuras charlas donde se espera contar con
los demás miembros de la Hermandad Pascua de Resurrección
Este conversatorio es el inicio de diversas charlas de formación y fortalecimiento cristiano que desarrollarán los miembros de la Hermandad Pascua de Resurrección de la ciudad de Lambayeque.

Desde aquí nuestro agradecimiento a nuestro Hermano vicepresidente, Dr. José Yerrén Callacná y a su señora esposa por su acertada iniciativa que prepara, integra y fortalece a nuestra Hermandad.

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