CRISTO
DE LA AGONÍA
Noveno paso: Señor de la Agonía |
Escultura de tamaño natural de mediados del
siglo XVIII, realizada en fina madera de cedro policromada y ojos de cristal.
Se trata de una dramática representación barroca de Cristo vivo en la cruz, en
el momento de la expiración. Jesús eleva ligeramente la cabeza hacia la
derecha, y dirige la mirada, ya carente de visión, al cielo clamando al Padre
las últimas palabras. La corona de espinas es superpuesta y la abundante cabellera ha sido modelada a base de suaves rizos que
caen sobre la espalda, dejando descubiertas ambas orejas. La barba redondeada
recibe el mismo afán naturalista en su modelado. El semblante del Varón ofrece
una expresión de angustia y abandono, con el entrecejo fruncido, los ojos
entreabiertos, las pestañas
pintadas en la madera, el perfil hebraico, la
nariz recta y perfilada esta dotada de aletas de correctas dimensiones.
Los pómulos acusados y los labios amoratados
y abiertos, mostrando claramente los dientes superiores tallados.
El cuello aparece notablemente tensionado por
la forzada posición de la testa. Los brazos colgantes del travesaño y las manos
con las palmas extendidas y los dedos ligeramente flexionados. El sudario es de
tipo cordífero, y forma un nudo en la cadera derecha que se encuentra descubierta.
La talla presenta una anatomía ampulosa en el modelado de ambas piernas, es de
carnaciones claras, con abundancia de heridas en su piel y regueros de sangre,
destacando las heridas de sus hombros, manos, rodillas, pies y del pómulo
izquierdo. Se halla crucificado por tres clavos, montado el pie derecho sobre
el izquierdo. La Cruz es de formato rectangular, plana, y de color verde.
Multitud acompaña imagen del Señor de la Agonía |
El fraile dominico Ángel Menéndez Rúa nos
dice que fue traído de Quito, por encargo del señor don José Silva Ruiz para el oratorio de la Tina o taller de
elaborar jabón y curtir pieles de San Judas Tadeo, del cual era propietario.
Arruinada completamente la Tina, como consecuencia de las torrenciales lluvias
e inundación de marzo de 1871, el Santo Cristo pasó donado a la Iglesia.
(“Boceto
Histórico de la Iglesia de Lambayeque”. 1935).
Debemos agregar que la Tina del señor Silva
se ubicaba en los terrenos donde hoy se levanta el Centro Educativo “Antonieta
Sara A. Bullón” de esta ciudad.
CRISTO
YACENTE
Décimo paso: Cristo Yacente |
Se trata de una talla completa de tamaño
natural, realizada en fina madera de cedro policromada de claro estilo barroco.
Se muestra en posición decúbito supino, bien depositada en el interior de una
urna de madera, adornada en sus cuatro esquinas por Ángeles alados, de rodillas
y en actitud orante, a modo de sepulcro, toda cubierta en finas hojas de pan de
oro. La escultura se encuentra bien colocada sobre un lecho de color lila,
también de madera. Tiene la cabeza ligeramente inclinada hacia delante por
encontrase apoyada sobre un cojín o almohada y la cabellera desplegada en
varias madejas de cabello a ambos lados de esta.
Mar humano acompaña la urna del Cristo Yacente |
De rostro sereno, con los brazos extendidos a
lo largo de su cuerpo y las manos ligeramente cerradas, las piernas y los pies
juntos. No se trata de un Cristo sangriento y destrozado, magullado por los
azotes y el castigo. Al contrario, demuestra ternura y cuidados. Cubre sus
partes más intimas un paño de pureza.
Esta significativa obra de arte fue ejecutada
por el peruano C. Alberto Nalli. Fue Obsequiada a esta Iglesia en 1927, por uno
de sus más notables hijos, el Presidente Augusto Bernardino Leguía Salcedo.
VIRGEN
DE DOLORES
Décimo primer paso: La Dolorosa |
Imagen que procesiona bajo palio. Se trata de
una escultura “de vestir” o “de candelero” solamente la cabeza, el busto y las
manos, estas últimas articuladas, están realizados en madera policromada, con
ojos de cristal. Data de mediados del siglo XVIII y su autor es desconocido.
Entendemos por candelero al maniquí formado por un armazón de madera compuesto
por dos secciones troncocónicas unidas entre sí para darle una forma corporal,
en cuya parte superior se coloca el busto tallado y los brazos articulados.
Para darle una mayor consistencia, este armazón de listones esta recubierto con
tela.
La Virgen de los Dolores es la figura
indispensable e indisoluble de la Semana Santa. Su nombre responde a esa
tradición medieval que representa a la Madre angustiada por el inmenso dolor
producido por la Pasión y Muerte de su Hijo.
La imagen muestra un rostro, con un leve giro
a la izquierda, formado por un ovalo de perfectas proporciones, con cejas
rectas y la frente despejada, sus ojos oscuros, serenos, de mirada
introspectiva.
Se le representa como una doncella en plena
juventud a pesar de que esto sea un anacronismo en comparación con la realidad bíblica, esto
como símbolo de su Virginidad. La pequeña boca de finos labios cerrada, la
nariz recta y pequeña, los parpados, las mejillas y el mentón sonrosados.
Bella escultura de La Dolorosa |
Va engalanada con preciado tocado, vestido
blanco adornado con motivos florales elaborados en finos hilos dorados y un
largo manto negro, que manifiesta su soledad y luto, decorado con hermosos
bordados dorados. Porta sobre su cabeza una diadema con ráfagas por tratarse de
la Reina de los Cielos. Sus manos, entreabiertas al más puro estilo sevillano,
portan el pañuelo para enjugar sus lágrimas.
Sobre su pecho el corazón
llameante traspasado por siete puñales como símbolo del amor atravesado por los
siete dolores que debía padecer según las Escrituras. Estos son: Profecía de
Simeón el día de la Presentación en el Templo, Huida a Egipto, Pérdida de Jesús
en el Templo y su encuentro entre los doctores, el Encuentro de Jesús con su Madre
camino del Calvario, la Crucifixión, la Entrega de Cristo muerto en su regazo
y, por último, la Sepultura de su Hijo.
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