sábado, 14 de julio de 2012

¿Se levantó Jesús de entre los muertos? Parte X


Por qué Gana el Cristianismo

Morison estaba desconcertado por el hecho de que “un diminuto movimiento insignificante era capaz de prevalecer sobre la apretada astucia del establecimiento judío, así como  el poder de Roma.” ¿Por qué gano, en la cara de todas esas probabilidades en contra?

Él escribió, “En veinte años, la afirmación de estos campesinos galileos había trastornado la iglesia judía. … En menos de cincuenta años había empezado a amenazar la paz del Imperio Romano. Cuando hemos dicho todo lo que puede ser dicho… seguimos enfrentándonos con el mayor misterio de todos. ¿Por qué gana?”[33]

Con toda razón, el cristianismo debería haber muerto en la cruz cuando los discípulos huyeron por sus vidas. Pero los apóstoles continuaron y establecieron un creciente movimiento cristiano.

J.N.D. Anderson escribió, “Piense en lo psicológicamente absurdo de imaginarse a una pequeña banda de cobardes derrotados en una habitación superior un día y unos pocos días después transformados en una compañía que ninguna persecución podría callar—y luego intentando atribuirle este cambio dramático a nada más convincente que una fabricación miserable. …Eso simplemente no tendría sentido.”[34]

Muchos eruditos creen (en palabras de un antiguo comentarista) que “la sangre de los mártires fue la semilla de la iglesia.” El historiador Will Durant observó, “El César y Cristo se habían encontrado en la arena y Cristo había ganado.”[35]

Una Sorprendente Conclusión
Con mito, alucinación, y un defecto de autopsia descartados, con evidencia irrefutable para una tumba vacía, con un cuerpo considerable de testigos oculares de su reaparición, y con la inexplicable transformación e impacto sobre el mundo de aquellos que clamaron haberlo visto. Morison se convenció de que su juicio preconcebido de la resurrección de Jesucristo había estado errado. Él empezó a escribir un libro diferente—titulado ¿Quién movió la Piedra?—para detallar sus nuevas conclusiones. Morison simplemente siguió el rastro de evidencia, pista por pista, hasta que la verdad del caso le parecía clara. Su sorpresa fue que la evidencia lo llevó a creer en la resurrección.

En su primer capitulo, “El Libro que se Negó a Ser Escrito,” este antiguo escéptico explica como la evidencia lo convenció de que la resurrección de Jesús fue un acontecimiento histórico real. “Fue como si un hombre se dispuso a cruzar un bosque por un familiar y bien retirado camino y salió de repente por donde él no esperaba salir.”[36]

Morison no esta sólo. Otros incontables escépticos han examinado la evidencia de la resurrección de Jesús, y lo han aceptado como el más sorprendente hecho en toda la historia de la humanidad.

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