Jesucristo nuestro Señor es venerado en Perú
como "El Señor de los Milagros".
En el lienzo aparece Jesús crucificado. Sobre la cruz, el Espíritu Santo
y el Padre. A la derecha del Señor, Su
Santísima madre con su corazón traspasado por una lanza de dolor y Su derecha,
el fiel Apóstol San Juan. Además de su hermosura, el lienzo es una
maravillosa representación de las verdades de nuestra fe.
Cada año las multitudes de todas las razas y
condiciones sociales celebran juntas la procesión del Señor de los Milagros, no
solo en Perú sino en donde quiera que se encuentran comunidades peruanas. Las calles se visten de morado para celebrar
al Señor que tanto nos ama que se entregó en la cruz por nosotros. En la procesión nos unimos a La Virgen Madre
y a San Juan con dolor pero con profunda gratitud y alegría por la salvación y
la vida nueva otorgada por El Señor.
Ese es el mayor de los milagros.
Se le llama también el "Cristo
Moreno" y el "Cristo de Pachacamilla"
Historia
En el siglo XVII la capital de Perú, Lima,
aunque pequeña en comparación con los 7 millones que tiene en la actualidad,
crecía por la inmigraciones muy variadas.
Habían en ella personas de todas las razas, y muchos procedentes de las
costas africanas. Entre ellos habían
cofradías que veneraban diferentes santos.
A mediados del siglo, los negros de Angola se ubicaron en Pachacamilla
(llamado así porque allí habían vivido indios del Pachacamac). Formaron una
cofradía y para ella levantaron una edificación. Uno de los angoleños pintó en
la pared la preciosa imagen de Cristo como aparece en esta página. Resalta no
solo su gran artesanía sino también su expresiva capacidad catequética.
El 13 de noviembre de 1655, a las 2:45 de la
tarde, un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao haciendo caer muchos
edificios y causando miles de muertos.
Los angoleños que eran ya muy pobres sufrieron muchísimo. Todas las
paredes de su cofradía se cayeron. Pero en medio de aquello aparece el gran
milagro: El muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie
perfectamente preservada.
Ante el desastre, los limeños hicieron muchas
peticiones al Señor. Había una profunda
conciencia de que habían pecado y muchos pedían perdón. 15 años más tarde, Antonio León de la parroquia
de San Sebastián, encontró la imagen del Señor en la pared abandonada y comenzó
a venerarla. Ocurrió entonces otro milagro, pues Antonio, que sufría por un
tumor maligno de terribles dolores de cabeza, fue sanado cuando se lo pidió a
Cristo ante su imagen. Aquel milagro le fortaleció en su fe y propagó por todas
partes aquel don divino. Pronto muchas personas acudían al Cristo milagroso. La
mayoría de ellos eran negros y pobres. Se reunían los viernes por la noche a
rezar y cantar ante el Señor.
Pero pronto comenzaron las dificultades. Aquellas reuniones atraía a toda clase de
personas, no todas venían por buenas razones. Las autoridades intervinieron
para prohibir las reuniones y mandaron a destruir la imagen de Cristo pintando
sobre ella. La siniestra orden quiso
llevarse a cabo en septiembre de 1671. Pero cuando el pintor trató de cubrir la
imagen, fueron tanto los temblores y la impresión que sufrió que no pudo aunque
trató varias veces. Fue entonces que un
soldado de Balcázar intentó aquel ultraje pero tampoco logró hacerle daño a la
imagen. Luego relató que, una vez frente
a la imagen, vio que esta embellecía y que la corona se tornaba verde
Las autoridades no se dieron por vencidas
pero el pueblo comenzó a protestar.
Informado el Virrey de lo acontecido, decidió revocar la orden y darle
culto a la imagen. El 14 de septiembre de 1671, fiesta de la exaltación de la
Cruz, se celebró la primera misa ante el Cristo de Pachacamilla. Los peregrinos aumentan continuamente y
pronto se le llama "El Santo Cristo de los Milagros o de las
Maravillas". Pero las autoridades
aun no responden como debían ante Dios.
En octubre de 1687 un maremoto arrasó con el
Callao y parte de Lima y derribó la capilla edificada en honor del Santo
Cristo. ¡Solo quedó en pie la pared con
la imagen!. Ante aquel portento
decidieron confeccionar una copia al óleo de la imagen y que, por primera vez,
saliera en procesión en andas por las calles.
La procesión se estableció para los días 18 y 19 de octubre de cada año.
HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS
SEÑOR DE LOS MILAGROS
AQUI VENIMOS EN
PROCESION
TUS FIELES DEVOTOS
A IMPLORAR TU
BENDICION
FARO QUE GUIA
A NUESTRAS ALMAS
LA FE, ESPERANZA, LA
CARIDAD
TU AMOR DIVINO
NOS ILUMINE
NOS HAGA DIGNO DE TU
BONDAD
CON PASO FIRME
DE BUEN CRISTIANO
HAGAMOS GRANDE
NUESTRO PERU
Y UNIDOS TODOS
COMO UNA FUERZA
TE SUPLICAMOS, NOS
DES
TU LUZ
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