Por qué Gana el Cristianismo
Morison estaba desconcertado por el hecho de
que “un diminuto movimiento insignificante era capaz de prevalecer sobre la
apretada astucia del establecimiento judío, así como el poder de Roma.” ¿Por qué gano, en la cara
de todas esas probabilidades en contra?
Él escribió, “En veinte años, la afirmación
de estos campesinos galileos había trastornado la iglesia judía. … En menos de
cincuenta años había empezado a amenazar la paz del Imperio Romano. Cuando
hemos dicho todo lo que puede ser dicho… seguimos enfrentándonos con el mayor
misterio de todos. ¿Por qué gana?”[33]
Con toda razón, el cristianismo debería haber
muerto en la cruz cuando los discípulos huyeron por sus vidas. Pero los
apóstoles continuaron y establecieron un creciente movimiento cristiano.
J.N.D. Anderson escribió, “Piense en lo
psicológicamente absurdo de imaginarse a una pequeña banda de cobardes
derrotados en una habitación superior un día y unos pocos días después
transformados en una compañía que ninguna persecución podría callar—y luego
intentando atribuirle este cambio dramático a nada más convincente que una
fabricación miserable. …Eso simplemente no tendría sentido.”[34]
Muchos eruditos creen (en palabras de un
antiguo comentarista) que “la sangre de los mártires fue la semilla de la
iglesia.” El historiador Will Durant observó, “El César y Cristo se habían
encontrado en la arena y Cristo había ganado.”[35]
Una Sorprendente Conclusión
Con mito, alucinación, y un defecto de
autopsia descartados, con evidencia irrefutable para una tumba vacía, con un
cuerpo considerable de testigos oculares de su reaparición, y con la
inexplicable transformación e impacto sobre el mundo de aquellos que clamaron
haberlo visto. Morison se convenció de que su juicio preconcebido de la
resurrección de Jesucristo había estado errado. Él empezó a escribir un libro
diferente—titulado ¿Quién movió la Piedra?—para detallar sus nuevas
conclusiones. Morison simplemente siguió el rastro de evidencia, pista por
pista, hasta que la verdad del caso le parecía clara. Su sorpresa fue que la
evidencia lo llevó a creer en la resurrección.
En su primer capitulo, “El Libro que se Negó
a Ser Escrito,” este antiguo escéptico explica como la evidencia lo convenció
de que la resurrección de Jesús fue un acontecimiento histórico real. “Fue como
si un hombre se dispuso a cruzar un bosque por un familiar y bien retirado
camino y salió de repente por donde él no esperaba salir.”[36]
Morison no esta sólo. Otros incontables
escépticos han examinado la evidencia de la resurrección de Jesús, y lo han
aceptado como el más sorprendente hecho en toda la historia de la humanidad.
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